A pesar de que su uso está muy extendido, es recomendable evitar estas estructuras (nombre + a + infinitivo), que son un calco del francés. Hay muchos mecanismos en nuestra lengua para hacerlo: asuntos pendientes, problemas por/sin resolver, cuestiones que se plantearán, lugares que visitar, preguntas evaluables…
La construcción resulta especialmente forzada cuando se trata de verbos de acción y de sustantivos concretos, tangibles:
- Estas son las patatas a pelar (para pelar).
- Aquí tienes los libros a colocar (que hay que colocar).